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Pride: Una lucha para celebrar

by Ambrosía Tienda |

Por Daniela Valenzuela

La homosexualidad es algo que siempre ha existido. En la antigua Roma y Grecia, existieron de líderes que tenían relaciones homosexuales como Julio César, dictador de Roma. No se trata de deseos liberales de las nuevas generaciones. Las relaciones entre personas del mismo sexo han sido aceptadas o rechazadas en distintos momentos y zonas geográficas dentro de la historia de la humanidad.

La estructura social se ha creado a favor de la preservación de la especie, por lo que se prefieren las parejas heterosexuales. Asimismo, las religiones comparten una visión de cómo debe de funcionar la sociedad, lo cual incluye cómo son las familias. Todas tienen en común la unión de un hombre y una mujer.

Esto dio pie a que al hablar de naturaleza, la homosexualidad quedara excluida y ahí comenzó el rechazo para muchos. Todos tuvieron que esconderse y generalmente se vieron obligados a terminar en un matrimonio tradicional para ser aceptados por la sociedad. Especialmente por sus familias.

En algunos lugares del mundo, la homosexualidad es penada legalmente o castigada por parte de la sociedad, incluso de forma física. Eso evitó que muchas personas fueran libres y felices. Quienes no están dispuestos a vivir en una mentira o a vivir escondidos han salido a exigir respeto y derechos que simplemente no se mencionaban en la ley.

La historia de la comunidad LGBTQIA+es muy distinta para las personas alrededor del mundo. Para algunos es mucho más difícil y dolorosa que para otros. Durante mes de junio nos centramos en la conmemoración de los disturbios de 1969 en StoneWall, Nueva York. Este fue uno de muchos intentos por visibilizar una problemática de discriminación e invisibilización.

Debido a la marginación de los miembros de esta comunidad, muchos viven en situación de calle o deben trabajar en zonas de riesgo. Hoy en día existen organizaciones que se encargan de apoyar a causas como esta con refugios para jóvenes que no tienen hogar, etc.

Poco a poco la situación ha mejorado para algunos. Se han logrado cambios bastante importantes. En gran parte de América, los matrimonios igualitarios se reconocen en la ley. En México, 20 entidades aceptan este tipo de unión, poco a poco van sumándose más estados.

Con este tipo de acciones, la comunidad es visible para la sociedad y por lo tanto su existencia puede normalizarse con el tiempo. Los colores del arco iris nos ayudan como símbolo que identifica esta lucha por la igualdad y respeto de todas las personas sin importar sus diferencias.

Cada franja de la bandera representa a los diferentes miembros de la comunidad. Por esto se usa para visibilizar a todas estas personas pues son humanas, existen y forman parte importante de la sociedad. Exactamente igual que el resto de la población.

Junio nos permite recordar esta lucha que sigue vigente, pero también nos ayuda a tener presente que esta lucha no ha sido en vano. Gracias al gran esfuerzo de la comunidad, cada vez más personas pueden vivir de manera libre y segura. Además de tener la posibilidad de ser ellos mismos públicamente. Es por esto que el Pride es una fiesta llena de color y alegría en la que los miembros de la comunidad pueden celebrar que ya pueden mostrarse tal cual son.

La lucha no termina aquí, pero celebrando el orgullo gay, ayudamos a que sea aceptado por más personas alrededor del mundo. Con eso impulsamos que se reconozcan y se amplíen sus derechos.